La multiculturalidad no solo enriquece nuestras sociedades, sino también nuestros entornos de trabajo. En una empresa global, construida por personas con historias, idiomas y tradiciones diversas, cada celebración cultural es una oportunidad para conocernos mejor, aprender unos de otros y fortalecer la colaboración.
Destacamos dos celebraciones en Perú y Brasil que reflejan el valor de nuestras raíces y nos invitan a celebrar la riqueza de nuestras diferencias.
Cada 24 de junio, la ciudad de Cusco, Perú, se transforma en el epicentro de una de las celebraciones más importantes del calendario andino: el Inti Raymi, o Fiesta del Sol. Esta ceremonia ancestral es una de las celebraciones más emblemáticas del legado incaico, que honra al dios del Sol, la divinidad más importante del mundo andino y es considerado fuente de vida, energía y sabiduría.
La festividad fue instaurada en el siglo XV por el Inca Pachacútec para marcar el solsticio de invierno y dar inicio al nuevo año andino. Originalmente incluía danzas, ofrendas y rituales para agradecer al sol y pedir por el futuro agrícola. En 1944 fue recreada como una ceremonia simbólica que desde entonces se representa cada año con una gran puesta en escena en la fortaleza de Sacsayhuamán.
Hoy, el Inti Raymi es más que una representación cultural: es una expresión viva de la identidad andina. A través de danzas, música y rituales, tanto escenificados como íntimos, los pueblos de los Andes renuevan su vínculo con la naturaleza, la espiritualidad y la memoria de sus antepasados, manteniendo encendida la llama de una tradición que resiste el paso del tiempo.
En junio, Brasil celebra mucho más que el invierno: celebra sus raíces. Las Fiestas Juninas iluminan calles y plazas con banderines, fogatas y trajes típicos que nos transportan al corazón del campo. Inspiradas en las festividades católicas de San Antonio, San Juan y San Pedro, estas fiestas mezclan tradición religiosa, cultura popular y mucho sabor.
La comida es protagonista: pamonha, curau, canjica, milho cozido y el infaltable ܱԳã calientan el cuerpo y el alma. El ritmo del ڴǰó y la coreografía de la quadrilha invitan a todos a bailar, reír y compartir.
Más que una celebración, las Fiestas Juninas son una postal viva de la identidad brasileña: colorida, cálida y profundamente comunitaria.
Aunque se celebran en todo el país, es en el noreste de Brasil donde las Fiestas Juninas alcanzan su máxima expresión. En estas regiones, la fiesta no solo es tradición: es identidad, resistencia cultural y una forma de celebrar la vida en comunidad.